El MIAS de El Tambo, el ideal de gobernanza en salud
El esquema de salud comunitaria de El Tambo, Cauca comenzó mucho antes que se implantara el Modelo Integral de Atención en Salud (MIAS) en el resto del país. Ellos le llevan no solamente una enorme ventaja al país en tiempo, sino en posicionamiento comunitario, tal vez el mayor valor agregado y el éxito que ha tenido el modelo.
Podría decirse, que el modelo de El Tambo es lo más parecido a la gobernanza, desde la perspectiva de toma de decisiones y el proceso por el que estas son implementadas, o no. La gobernanza se centra en los actores, formales e informales, que están involucrados en el proceso de toma de decisiones y en su implementación, así como en las estructuras, formales e informales, que se han preparado para poder implementar las decisiones.
En este caso se mezclan los actores gubernamentales locales, los líderes sociales, las asociaciones y en general la ciudadanía, todos mirando hacia el mismo lugar.
Todo un logro político de mandatarios municipales que supieron interpretar a su pueblo.
Son de esos comportamientos sociales que no son de nadie, porque ya son de todos. La comunidad los exige y sus representantes en los cargos de elección popular sencillamente aplican el sentimiento ciudadano. En otras palabras, trasciende lo político partidista.
Precisamente es de destacar el trabajo interdisciplinario e intersectorial con el Alcalde Municipal a la cabeza, en esta oportunidad a cargo de Celio Urresty Mesa, de la mano del gerente del hospital Eduardo Villa, alma y vida de este programa.
La crisis de la salud, que antes era un evidente problema, como en el resto del país, se ha convertido en una gran oportunidad de reivindicación social; se destacan los programas de recreación, danza y deporte enfocados a grupos como niños y jóvenes; actividades todas enfocadas a estilos de vida saludable, generando coberturas que usualmente son difíciles para el sector salud, especialmente con la población de jóvenes.
En otras palabras en El Tambo se hace gestión del riesgo con el apoyo de la comunidad, a través de programas de nutrición y capacitación, en donde se prioriza la alimentación con los productos autóctonos de la región, con preparaciones y recetas saludables.
Es un indiscutible modelo de trabajo en equipo en el que hay confianza y especialmente resultados a la vista de todos.